28 de enero de 2013

Adicción

Que cálido es este ensueño de estar intoxicada, que suave este sopor de la inconsciencia provocada, y que dulce la somnolencia de vivir sin pensar, sólo sentir, sólo gozar, tan sólo disfrutar.

Vivir día a día entregándome a este placer, dejándome ir en esta debilidad. No tengo control sobre mi, y esto de ser una sombra que es llevada en diferentes direcciones no es tan malo como parece. ¿Buscar comprenderlo? ¡No! Con satisfacer esta adicción es más que suficiente

Porque soy adicta a pensarte, a imaginarte, a soñarte, a desearte, que adicción tan generosa y benévola conmigo ¿No crees? Cruel sería ser adicta a no tenerte y eso es a lo único a lo que no estoy dispuesta contigo.

Te dije “hola” y ahí, al responder el saludo te hiciste necesario para mi existencia, llenaste mis pulmones del aliento que aún no probaba de tus boca, mis oídos de tus palabras llenas del amor que aún no sientes por mí, la memoria de recuerdos que aún no suceden en nuestra historia.

El día que cure esta adicción será porque habré dejado de quererte, así que planeo quedarme necesitando más de ti; por tanto serás mio por siempre, descubriendo cada día variaciones de tu esencia y nuevas dosis con que satisfacerme en esta mi adicción de ti, que eres tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario